Los gatos adultos son los grandes olvidados entre los que buscan familia. Son muchos los que esperan una oportunidad que nunca les llega en las protectoras, asociaciones o en la misma calle, donde los peligros se multiplican.
Sabemos la razón, los gatitos pequeños son una monada, ¿verdad? Pero por muy bonitos que sean, no debemos olvidar que siguen siendo cachorros, tienen un comportamiento variable y requieren de una atención mucho más completa que un gato adulto.
Hoy venimos a contaros las ventajas que tiene adoptar a un adulto, con la intención de poder ayudarles a encontrar el hogar que se merecen. Con esto no decimos que los gatitos pequeños no merecen ser adoptados, pero lo tendrán mucho más fácil para encontrar un hogar.
Una de las ventajas más llamativas es que desde el principio vas a conocer cuál es el carácter del gato. Los cachorros aún tienen que crecer y madurar, y no sabemos cómo será su personalidad final. Si estás buscando un gato con unas características determinadas (cariñoso, juguetón, tranquilo, movido...) tienes más posibilidades de acertar adoptando un gato adulto.
Por otra parte, un gato adulto tiene muy pocas probabilidades de ser adoptado frente a un cachorro. Tú puedes ser su última oportunidad de conocer un hogar o de pasar sus últimos años rodeado de amor. Muchas veces pensamos que, por el hecho de ser un gato adulto, no tiene hogar por algún problema subyacente que pueda tener: bien de comportamiento o bien de salud. Esto no tiene por qué ser asi, a veces su dueño ha muerto, ha tenido la mala suerte de ser abandonado o de nacer en la calle y no haber podido encontrar una casa, o simplemente ha sido fruto de un rescate y está en un refugio esperando a ser adoptado.
En cualquier caso, que un gato esté enfermo o sea muy mayor no es un motivo de peso para no adoptarlo. Especialmente los gatos delicados agradecerán poder vivir su última época en un hogar en el cual puedan conocer el amor.
Además, puedo afirmar basándome en mi propia experiencia, que los gatos adultos son muy agradecidos y cariñosos. Mi gata actual ha cumplido los 4 años y la recogimos de la calle cuando tenía 3. Proviene de una colonia y tardó literalmente 2 días en acercarse por voluntad propia a pedir mimos. Recuerdo que aquel día, cuando llegué de trabajar, salió a la puerta a recibirme con maullidos y ronroneos. Obviamente cada gato es un mundo, pero me sorprendió gratamente descubrir que un gato que había vivido en la calle hasta los 3 años pudiera hacer ese tipo de acercamiento. Actualmente, si yo no cuento que fue un gato recogido de la calle en edad adulta, la gente ni se lo imagina.
Los gatos adultos no requieren de tanta atención como un gato cachorro. No me malinterpretes, todos los seres vivos requieren que les prestes atención, tanto en lo que se refiere a atenciones básicas como a pasar rato con ellos (bien sea jugando, dándole cariño, cepillandolo…).
A lo que me refiero es que un gato cachorro tiene mucha energía que quemar y unas ganas terribles de descubrir mundo. Todo, absolutamente todo les llama la atención y son muy movidos. Vas a “pelear” con ellos por todo. Porque no quiere dormir a la vez que tú, sino jugar, porque le ha parecido muy atractivo el rollo de papel del baño, porque te ha desaparecido ese anillo que dejaste sobre la mesilla y en una de sus expediciones lo encontró… Los gatos adultos también son traviesos a veces, pero la mayor parte del día se la pasan tranquilamente durmiendo y acicalándose. Si no tienes energía, ganas o tiempo para prestar a un cachorro y educarlo, tu mejor opción es un gato adulto.
No olvides que los gatos pequeños buscan la diversión por encima de la tranquilidad. Unido a lo anterior, los gatos adultos suelen ser más tranquilos. Han pasado esa etapa de descubrimiento y experimentación. Y además, el afán investigador de un cachorro hará que te encuentres sorpresas.
Como te habrás podido percatar, todo lo que te he contado se puede resumir en que los gatos adultos han alcanzado la madurez, son más tranquilos y gustan más de la tranquilidad que de la diversión (lo que no quita que sean juguetones y divertidos, esto va con el carácter del gato).
Además, como ya hemos comentado, para un gato adulto puede ser la última oportunidad de conseguir un hogar, mientras que los cachorritos rara vez se quedan sin familia. También es una oportunidad para enseñar a tus hijos el valor de la vida: lo más importante de un compañero peludo es darle el afecto que necesita, no si es cachorro o adulto, precioso o feucho. Y recuerda, querer a los gatos significa apreciarlos a todos.
Abajo nuestros Zipi y Zape, que siguen buscando hogar